Según afirman diferentes analistas y una gran cantidad de expertos en la materia, los caramelos tienen su origen en los hombres de las cavernas. Cuando éstos necesitaban comer algo dulce, se decantaban por los panales de miel para poder satisfacer las necesidades de su paladar.
A medida que la civilización comenzó a desarrollarse y se descubrió el procesamiento del azúcar, este se convirtió en un producto altamente comercializable. Durante la Edad Media, los dulces de azúcar tenían un precio alto. Convirtiéndolo en un manjar disponible únicamente para los ricos.
Un sustento para los viajes
Los caramelos nacen con el objetivo de dar respuesta a la necesidad del hombre de encontrar un alimento ligero que pudiese servir de sustento para los viajes. Los primeros dulces servían tanto a los viajeros como a los que comercializaban con todo tipo de productos para poder servir de sustento para los viajes.
No obstante, durante muchos años los caramelos también sirvieron en la medicina. Como píldora para poder llevar a cabo el alivio de las indigestiones. Siendo uno de los métodos más sencillos de llevar a cabo por este sector profesional.
La era moderna
Tenemos que esperar hasta el año 1850 cuando en Estados Unidos se comenzó con la producción industrial de los caramelos. Mejorando especialmente lo relacionado con la carga estética, con la adición de colorantes y diferentes aromas que le dieron un atractivo mucho más comercial.
La mayoría de las empresas se decantaban por producir caramelos duros que, a posteriori, se vendían sueltos. Éstos se hicieron especialmente populares en Estados Unidos. Garantizando una experiencia especialmente notable en este tipo de alimentos.
Actualmente, los caramelos están consolidados como un alimento clave en nuestro día a día. Con un gran número de personas que se decantan por este tipo de productos en su consumo en nuestro día a día.
¿Te ha parecido interesante la historia de los caramelos?